Los gritos le salvaron la vida a Mario Ortiz Rueda, de 71 años, luego de que cayó en un hueco (unos 70 metros de profundidad) en la finca El Diviso, vereda Santa Inés, de San Vicente de Chucurí.
Según Hernando Rueda Ortiz, su hermano le contó que al recuperar la conciencia tras la caída, escuchó que lo estaban llamando y las pocas fuerzas que tenía le sirvieron para gritar y responder el llamado. La mujer que lo buscaba identificó que los gritos venían del hueco y de inmediato llamó al Cuerpo de Bomberos para que le ayudaran a rescatarlo.
Dos hombres del organismo de socorro atendieron de inmediato el llamado. “Salimos en una moto con el equipo de rescate mientras subía el equipo de primeros auxilios. Me puse el arnés y descendí hasta donde estaba el señor. Él había caído a un punto a unos 20 metros, pero tal vez se movió y cayó otros 50 metros”, relató Reinaldo Mieles, el bomberos que rescató a Mario.
A pesar del miedo por lo estrecho del hueco (un metro de ancho aproximadamente), Mieles descendió y encontró a Mario al fondo, entre el lodo, lo que “le ayudó a amortiguar el golpe. Él estaba frío, tenía el pulso bajo y lo que hice fue hablarle, tranquilizarlo, le puse el arnés y lo sacaron. El proceso duró unos 45 minutos”, relató Mieles.
Mientras esperó a que sacaran a Mario, Mieles sacrificó unas cuatro serpientes que llegaron a sus pies. “Las veía ya en los pies, porque por la oscuridad la linterna no alumbraba más de un metro. Me tiraron el lazo y en 20 minutos me sacaron”, concluyó.
‘No conocía el terreno y por eso se cayó’
Según Hernando Rueda Ortiz, su hermano Mario no conocía el sector, y “no se dio cuenta del hueco, se resbaló y cayó”.
Tras el rescate, Mario fue llevado al hospital de San Vicente y de allí trasladado a Bucaramanga. “Está estable, pero tiene laceraciones en todo el cuerpo y dolor. Lo tienen entubado para sacarle unos coágulos”, indicó Hernando.
Fuente: Luis Alfonso Cárdenas Mateus / AdnBucaramanga